Más de 1400 delfines, incluidas hembras preñadas y crías, han muerto masacrados en las Islas Feroe. Los delfines son una de las especies más inteligentes de la Tierra. Saben lo que es la alegría… Y el dolor. Imagina el pavor que debieron de sentir en aquella bahía atroz. El primer ministro feroés se ha comprometido a revisar la política de captura de estos animales -- pero existe un riesgo real de que la evaluación se falsee y todo quede en papel mojado. No podemos permitirlo -- con un millón de voces, ejerceríamos una presión masiva sobre el primer ministro para lograr una moratoria urgente y una revisión científica en profundidad. Cada firma y cada interacción en redes sociales cuenta para aumentar esa presión. Firma antes de que tenga lugar la próxima cacería:

Queridos amigos y amigas:

Los feroeses lo llaman Grindadráp -- una brutal cacería en la que se acorrala a centenares de delfines en una bahía y luego se los masacra.

Sin embargo, este año ha ido más allá.

Llevaron a más de 1400 delfines hasta la playa, donde los sacrificaron uno a uno. Los pescadores apalearon a los pobres animales aterrorizados, dando muerte también a crías y a hembras preñadas. Muchos murieron de asfixia en la orilla. Unos días después mataron además a 53 calderones.

Los delfines son una de las especies más inteligentes de la Tierra. Son capaces de almacenar recuerdos y se llaman los unos a los otros por el nombre. Saben lo que es la alegría… Y el dolor. Imagina el pavor que debieron de sentir en aquella ensenada sangrienta.

Estas cacerías brutales deben cesar.

Más de la mitad de la población de las islas desea el fin de la caza de delfines y, a raíz de un enorme escándalo público, el primer ministro se comprometió a revisar su normativa -- pero existe un riesgo real de que la evaluación se falsee y todo quede en papel mojado. No podemos permitirlo. Con un millón de voces, conseguiríamos volver a poner el asunto en la agenda y ejerceríamos más presión sobre el primer ministro. Firma antes de que tenga lugar la próxima cacería:

A Bárður á Steig Nielsen, primer ministro de las Islas Feroe:

Como ciudadanos y ciudadanas de todo el mundo, nos entristece profundamente lo sucedido en el último Grindadráp -- un sentimiento que comparte más de la mitad de la sociedad feroesa. Todos pensamos que esta cacería debería estar prohibida. Aunque respetamos las tradiciones, el mundo está evolucionando y nuestras culturas deben hacerlo con él. Le exigimos que establezca de inmediato una moratoria para dichas cacerías mientras encarga una evaluación científica rigurosa, con la esperanza y la convicción sinceras de que esta práctica se elimine definitivamente.

En el mundo de hoy, nuestras culturas deben adaptarse a un planeta que está siendo devastado -- porque, sin un planeta vivo, las culturas no significan nada. Esta cacería por sí sola podría haber acabado con el 10% de la población regional de delfines de flancos blancos. Y eso que la carne de delfín es potencialmente tóxica, por lo que gran parte podría haberse desperdiciado.

La normativa de esta caza ya se había modificado con anterioridad para proteger a otras especies. Ahora debe volver a cambiar. Simple y llanamente, no existe ninguna razón para mantener unas prácticas culturales que ocasionan unas muertes y un sufrimiento masivos -- y mucho menos a uno de los seres más inteligentes y sociables de la Tierra.

La próxima cacería podría suceder en cualquier momento -- y tenemos la oportunidad de denunciarlo ahora mismo. Vamos a asegurarnos de que se realice una evaluación científica urgente y de que al primer ministro le quede claro que millones de personas del mundo entero y la mayoría de la población local quieren que se reforme esta cacería de raíz o directamente se prohíba. Cada firma y cada interacción en redes sociales contribuye a aumentar la presión. Suma ya la tuya:

Contribuye a detener la próxima matanza de delfines -- ¡firma ya!

Nuestro frágil planeta necesita una voz. Nosotros hemos alzado la nuestra una y otra vez para detener la cruel exportación de animales vivos, la brutal ganadería intensiva, la experimentación con animales y las prácticas culturales que causan sufrimiento a los seres con los que compartimos este hermoso hogar. Todas las criaturas de la Tierra forman parte del mismo entramado que es la vida y ya no cabe duda de que la humanidad está rasgando demasiadas de sus fibras. Tenemos que cambiar. Lo sabemos en lo más profundo de nuestro ser. Esta campaña no pretende avergonzar a nadie, sino instarnos a ofrecer nuestra mejor versión: la que honra y cuida a la naturaleza, respetando nuestro papel en el gran entramado de la vida.

Sin perder nuestra férrea esperanza y determinación,

Mike, Huiting, Noor, Mat, Caro, Leon y todo el equipo de Avaaz